sábado, 6 de noviembre de 2010

Derecho Internacional. Inmigrantes y Cárteles en México.

Inmigrantes, Cárteles en México y la Reacción Internacional (Masacre de Tamaulipas)
En los últimos años en México nos ha azotado una ola de violencia a causa de la lucha antidrogas que el gobierno federal decidió llevar a cabo a partir del comienzo de la administración del C. Felipe Calderón Hinojosa.
Este enfrentamiento ha afectado tanto a mexicanos como a migrantes centroamericanos y sudamericanos, que atraviesan México hacia el norte en busca del sueño americano. Estos últimos han sido víctimas de violación de sus derechos humanos por parte de organizaciones delictivas, en particular de la organización delictiva denominada Los Zetas.
Esta organización delictiva está conformada por desertores del ejército mexicano pertenecientes a grupos especiales armados como: Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (GANFE), Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP). Estos Grupos fueron creados en 1994 a raíz del levantamiento zapatista de Chiapas. Fueron entrenados por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, por tanto, recibieron entrenamiento de elite que incluyó manejo de armas sofisticadas y trabajo de contrainsurgencia.
Su introducción al narcotráfico se dio por medio de la deserción de Arturo Guzmán Decena, habiendo sido soldado de infantería por casi cinco años, experto en combate, entrenado por militares y paramilitares israelíes. . A su baja del ejército se lleva con él a algunos integrantes del 70° batallón de Infantería, del 15° regimiento de caballería motorizada y de los fusileros paracaidistas, con el objetivo de crear el brazo armado del Cartel del Golfo; eventualmente empieza a reclutar a integrantes en servicio activo del batallón 15° de infantería, con cuartel general en Tamaulipas.
A la caída de Osiel Cárdenas Guillén, (capo del Cártel del Golfo) quien fue arrestado y extraditado a lo EE. UU., los Zetas adquirieron su autonomía. Según información publicada en 2008, el grupo de Los Zetas dejó de ser el brazo armado del Cártel del Golfo para pactar con los hermanos Beltrán Leyva y traicionar al cártel de Sinaloa comandado por Ismael Zambada García ("El Mayo") y Joaquín Guzmán Loera ("El Chapo"); quienes últimamente formaron una alianza con Teodoro Eduardo García Simental "El Teo" para controlar la plaza de Tijuana.
              Cada día mueren entre uno y dos inmigrantes cuando intentan cruzar de México a Estados Unidos, denunció la organización estadounidense Red Fronteriza por los Derechos Humanos (RFDH), que considera que esta situación se ha agravado por la militarización de ambos lados de la frontera.
              Desde 1999 se han recuperado 5.600 cadáveres de personas que fallecieron cuando atravesaban la frontera, en su mayoría mexicanos, lo que colocaría en más de 500 los muertos en esa zona al año.

La militarización es una estrategia fallida ya que empuja a los inmigrantes a buscar "rutas más inhóspitas" y, por tanto, más peligrosas.

Cómo defender los derechos humanos de los mexicanos que emigran a Estados Unidos cuando vemos la deshumanización que los indocumentados sufren dentro de las propias fronteras de México. El Gobierno mexicano no tiene calidad moral para defender los derechos de sus inmigrantes en Estados Unidos pues cuando volteamos hacia el sur vemos humillaciones históricas de inmigrantes centroamericanos, ya sea por omisión o por acción.


Acontecimientos como el de Tamaulipas sirven para que la derecha más conservadora de Estados Unidos justifique leyes como la de Arizona, con el argumento de que "la violencia mexicana se está desbordando", resulta lamentable que ambos gobiernos se apunten para ver quién es más violento, ninguno cumple con los acuerdos internacionales de protección a los inmigrantes.
MASACRE DE TAMAULIPAS
La Masacre de Tamaulipas, o Masacre de San Fernando, fue un crimen cometido por Los Zetas entre el 22 y 23 de agosto de 2010, en el ejido El Huizachal, en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas, México. Los 72 ejecutados, 58 hombres y 14 mujeres, fueron en su mayoría inmigrantes provenientes de Centro y Sudamérica, asesinados por la espalda, para posteriormente ser apilados y puestos a la intemperie.
Las primeras investigaciones señalan que fueron asesinados porque luego de ser secuestrados, no pagaron el dinero que les exigían para dejarlos libres y también se negaron a formar parte del grupo. Para el 28 de agosto de 2010, se habían reconocido 35 de los 72 cuerpos, 16 hondureños, 13 salvadoreños, 5 guatemaltecos y un brasileño.
Un ciudadano ecuatoriano, quien denunció el hecho ante las autoridades cercanas, había sido reconocido como el único sobreviviente de la matanza, aunque el día 1 de septiembre fue revelada la existencia de otro testigo hondureño, y cuatro días después, otro de nacionalidad salvadoreña.
HECHOS
Según funcionarios federales mexicanos, los migrantes, quienes iban repartidos en dos camiones, partieron de Veracruz el 21 de agosto con la intención de pernoctar en algún poblado de Tamaulipas. Antes de llegar a San Fernando fueron interceptados por un grupo de sujetos armados quienes les obligaron a brindar "información" sobre parientes en Estados Unidos, asimismo les exigieron dinero a cambio de su libertad. Ante las negativas eran golpeados. Por el testimonio del testigo los captores ofrecieron el "ingreso" al cartel, aunque no está claro el propósito. Se estima que la masacre ocurrió entre el domingo 22 y el lunes 23 de agosto.
De acuerdo al sobreviviente ecuatoriano, Luis Fredy Lala Pomavilla, el número de migrantes era de 76, por lo que, hasta el 3 septiembre, dos estarían desaparecidos. Sin embargo, la Procuraduría General mexicana, estableció días después que eran 77, de las cuales "72 fueron asesinados, 2 sobrevivieron y 3 se encuentran desaparecidos, estos últimos de nacionalidad mexicana"..."dos choferes y un ayudante, de quienes aún no se ha determinado si formaban parte de una red de traficantes de ilegales hacia Estados Unidos (polleros) y tenían conexión con Los Zetas".
Según las primeras declaraciones de Lala, el 22 de agosto el grupo fue encerrado en una casa y posteriormente trasladado a otra vivienda donde permanecieron un día. En este lugar fueron amarrados "de cuatro en cuatro, con las manos para atrás" y luego botados boca abajo. Escuchó ruido de disparos, y posteriormente entró otro sujeto que continuó la balacera "matándolos a todos".
Terminada la masacre, esperó "dos minutos" y corrió en búsqueda de ayuda que le fue negada en el camino, hasta el día siguiente "como a las siete de la mañana" cuando encontró unos "marinos mexicanos" quienes le auxiliaron. Por otro lado, días después se supo el testimonio del hondureño sobreviviente, quien de acuerdo a sus palabras: "...me desaté y escapé hacia unos matorrales y después de la balacera regresé y rescaté al ecuatoriano que estaba herido”. Asimismo, el vicecanciller hondureño Alden Rivera amplió el testimonio: "El hondureño auxilió al ecuatoriano, lo desató y lo sacó de allí. Luego de caminar varias horas, al escuchar un tiroteo se separaron y él en su ruta llegó a un Centro de Atención al Migrante, que le brindó protección, y ellos se pusieron en contacto con la Cancillería".
INVESTIGACIÓN
La Procuraduría General de la República (PGR) inició la averiguación previa PGR/TAMPS/MAT-III/2194/2010, por el asesinato de los 58 hombres y 14 mujeres de diferentes nacionalidades.
Luego de conocer el testimonio de la víctima –el ecuatoriano-, un grupo de la Armada de México se trasladó al lugar referido por el migrante. En el trayecto, los elementos federales se encontraron con sujetos armados a quienes se enfrentaron con un saldo de un marino y tres pistoleros muertos.

Al grupo armado se les decomisaron 21 armas largas, seis carabinas M-4, tres fusiles, siete escopetas libres, cinco rifles calibre 22, mil 010 cargadores de diferentes calibres, tres fusiles AK-47, uniformes, camuflajes y una camioneta clonada de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La delincuencia organizada lleva un tiempo secuestrando migrantes para extorsionarlos o para sumarlos a sus filas, lo que evidencia que enfrentan "una situación muy adversa" de financiamiento y para reclutar gente.

Apenas iniciadas las pesquisas, el cadáver de un investigador de la masacre fue encontrado decapitado el 26 de agosto. Por su parte, la Procuraduría General de la República de México asumió la investigación del crimen por "considerar que se trata de un delito federal".

Para el 7 de septiembre, el Secretario del Consejo de Seguridad de México, Alejandró Poiré, informó del reconocimiento de tres cadáveres de los implicados en la matanza, que fueron "identificados por un sobreviviente hondureño como copartícipes de los asesinatos".

Los cuerpos fueron encontrados el 30 de agosto por las autoridades después que "recibieran una llamada telefónica anónima informándoles del lugar" y tras haber sido "baleados durante un enfrentamiento armado en la escena del crimen". 

REACCIÓN INTERNACIONAL

*   La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, expuso que, aunque reconocía "el esfuerzo del gobierno de México por reducir la violencia", también exhortaba "desarrollar una investigación urgente, transparente e independiente, para esclarecer estos crímenes y preservar la dignidad de las víctimas identificando los cadáveres".
*   José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, señaló que "este trágico episodio refleja la confluencia de dos fenómenos que afectan el desarrollo de América Latina y su sistema democrático: la acción del crimen organizado y la desprotección que viven tantos compatriotas latinos que emigran en busca de un futuro mejor".
*   El Gobierno ecuatoriano presidido por Rafael Correa manifestó: "Ante ese horroroso crimen donde fallecieron compatriotas hondureños, el gobierno pide a las autoridades mexicanas que esclarezcan con la mayor celeridad posible las circunstancias en que perdieron la vida los 72 migrantes".
*    De acuerdo al Presidente guatemalteco Álvaro Colom la masacre es un "evento que marca una nueva amenaza para la migración; el narcotráfico no se había involucrado tan directamente en el proceso migratorio"..."El heroísmo del emigrante, como yo lo llamo, ahora va tener que superar también la amenaza y agresión del crimen organizado, que es un pecado".
*   Nicolás Maduro, canciller venezolano, expresó el "apoyo de su país al gobierno de México en sus esfuerzos para investigar la matanza y en el combate contra el crimen organizado...", asimismo, patentizó el "respaldo a la lucha internacional contra el tráfico ilegal de personas y otros flagelos como el trasiego ilícito de estupefacientes".
SIETE CÁRTELES EN MÉXICO CONTROLAN EL NARCOTRÁFICO HACIA EEUU

Siete grandes organizaciones controlan en México el narcotráfico hacia Estados Unidos, algunas enfrentadas entre sí y combatidas por unos 50.000 efectivos de las Fuerzas Armadas mexicanas, en un conflicto que ha dejado más de 28.000 muertos desde diciembre de 2006.

La Procuraduría General de la República (fiscalía, PGR) y la Secretaría de Seguridad Pública han identificado a siete organizaciones del narcotráfico por cuyos líderes se ofrecen recompensas de hasta 30 millones de pesos (unos 2,2 millones de dólares).

Los enfrentamientos más violentos se concentran alrededor de tres mil 200 km de frontera con Estados Unidos, donde los cárteles de los Arellano Félix (o de Tijuana), los Beltrán Leyva, el Golfo, Sinaloa, los Zetas y Juárez luchan por ampliar los territorios bajo su control.

Según la PGR, la violencia desatada en los últimos meses en el estado de Tamaulipas (noreste) , en la costa del Atlántico y fronterizo con Texas (Estados Unidos) , es resultado de las pugnas en el cartel del Golfo, que en la década de los 90 reclutó a los Zetas, ex soldados de élite que cobraron fuerza hasta formar un grupo independiente.

En Chihuahua (norte) , cuya franja fronteriza es la más amplia de los seis distritos que limitan con Estados Unidos, el cartel de Juárez lucha por mantener el control de las rutas a través de la convulsa Ciudad Juárez y sus alrededores, donde desde hace unos años intenta penetrar el cartel de Sinaloa.

Esta última organización, encabezada por Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los hombres más buscados de México y Estados Unidos, controla parte de Chihuahua y una amplia zona de Sonora (noroeste) y disputa con los Zetas y los hermanos Beltrán Leyva una porción de Baja California (noroeste).

El cartel de Tijuana, liderado por los hermanos Arellano Félix, mantiene un relativo control en esa ciudad y la zona del Pacífico, que le disputan otras organizaciones, entre ellas la de Sinaloa.

La séptima organización del narcotráfico identificada por la PGR es "la Familia”, que actúa en el estado de Michoacán (oeste) y mantiene alianzas con el cartel de Sinaloa.

TRÁFICO DE MIGRANTES, UNA INDUSTRIA EN CRECIMIENTO


El crimen organizado suma al año 4.000 millones de dólares por la trata de personas El infierno del tráfico y secuestro de personas que viven muchos de los 500.000 migrantes que intentan, cada año, cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos, representa sumas cuantiosas de dinero para las organizaciones criminales mexicanas.

Según estimaciones del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia  Social de México, proporcionadas a este diario, las ganancias de las organizaciones criminales por este delito   son de alrededor de 4 mil millones de dólares por año, cifra similar a la que obtienen los carteles por el tráfico de cocaína en el mismo período.
500.000 migrantes intentan cruzar la frontera México-EE.UU. cada año, según la Comisión de DD.HH. El Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas deja en claro que el tema  no  solo se reduce al tráfico ilegal de personas, sino, además, a la explotación permanente de seres humanos, sobre todo en prostitución forzada.

Éricka Ruiz, investigadora de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), quien destaca que la espiral de violencia que vive el país revela dos cosas: por una parte, la tremenda penetración que el crimen organizado tiene en la sociedad y, por otra, la debilidad de la estrategia gubernamental para hacerle frente. “La masacre de los indocumentados  cimbró hasta la médula a la opinión pública nacional, pero eso no implica que resultara del todo sorpresiva”, agrega.

En México -precisa- hay grandes porciones del territorio sin ley, controladas por completo por el crimen organizado, que ahora se ceba con los más débiles, aquellos que están en tierra ajena.
MÉXICO FIRMA UN ACUERDO CON LA OIM PARA EVALUAR LA PROTECCIÓN A INMIGRANTES

            La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México anunció la firma de un convenio de colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el que se busca "evitar la repetición de actos como la masacre de 72 inmigrantes ocurrida en Tamaulipas".
         
El titular de la CNDH, Raúl Plascencia, sostuvo que su país "debe contar con mecanismos de evaluación y seguimiento realmente efectivos a fin de cumplir con el compromiso constitucional e internacional de proteger y defender los derechos humanos" de quienes transitan por él, según un comunicado del organismo.

El ombudsman mexicano demandó una más estrecha colaboración de las autoridades de su país con la sociedad civil y con organizaciones internacionales para hacer eficiente la protección a los inmigrantes.

Según Plascencia, con el devenir migratorio de los últimos años actualmente es claro que México ya no es un país expulsor sino "una nación que enfrenta las consecuencias de ser lugar de paso de migraciones de diversas partes del mundo".

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